La contabilidad es un deber de los comerciantes. Un correcto y adecuado quehacer empresarial está intrínsecamente ligado al deber legal de llevar la contabilidad de sus relaciones comerciales. Este deber, junto con la auditoría forense, que desde luego implica cargas y costos, también supone una utilidad incalculable a la hora de prevenir la comisión de delitos en las organizaciones.