La lucha contra la corrupción es una tarea fundamental para garantizar el desarrollo sostenible de las sociedades y la transparencia en las instituciones.
En este contexto, los denunciantes de actos de corrupción juegan un papel crucial al exponer prácticas ilícitas que de otro modo podrían permanecer ocultas. Sin embargo, este acto de valentía frecuentemente conlleva riesgos significativos para los denunciantes, en diferentes ámbitos. Por ejemplo, en materia penal se les puede proteger de la acción penal por la vía del principio de oportunidad. Igual cosa debe suceder en el ámbito laboral, por lo que resulta imprescindible implementar mecanismos de protección laboral y fuero que aseguren la seguridad e integridad de quienes deciden dar un paso adelante contra la corrupción.